martes, 15 de julio de 2008

...furia...

Sus dientes se veían afilados, nunca antes había sentido tanto placer al acabar con su víctima de esa manera. Sus ojos inyectados en sangre recorrían sin rumbo las cuatro paredes de la habitación, mientras que un nerviosismo descontrolado se adueñaba de sus manos. Temblor, siempre había tenido miedo a temblar. Eso solo podía significar una cosa, un súbito y repentino ataque, como siempre... No podía resistirlo más, pero... ¿Cual era la cura para su enfermedad? Nada podía frenarla ahora, enfilaba su mandíbula hacia su presa como si de un ave rapaz se tratara... Nunca antes una tableta de chocolate le había hecho sentir tanto asco por si misma.

1 comentario:

Dione_one dijo...

uuuuuuu me encanta!!!!