martes, 1 de diciembre de 2009

off

A veces recuerdo mis letras en tu espalda y se me rompe la mina de la esperanza. A veces veo mis poemas de aire sobre tus ojos y quedo ciego de tristeza. A veces creo ver un remanente de alegría hecho con palabras y quedan mudos mis sentidos. A veces la felicidad ajena rompe mis huesos a pedazos y los recuerdos terminan en añicos. A veces el ahora es la peor tortura, y el dolor es mi único aliciente. A veces miro al resto con envidia y su felicidad deja mi alma por los suelos. A veces miro tu alma y los dos caemos sobre la nada. Derrotados.

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